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El pequeño pueblo de Tragaycome era, más o menos, como cualquier otropueblo salvo porque el tiempo cambiaba tres veces al día: en eldesayuno, en la comida y en la cena. Allí nunca llovía lluvia, nuncanevaba nieve y el viento nunca soplaba así, sin más. Llovían cosascomo sopa y zumo de frutas, nevaba puré de patatas y, a veces, elviento traía grandes tormentas de hamburguesas. La vida en el puebloera deliciosa, hasta que empezó a empeorar el tiempo. La comida y lasporciones eran cada vez más grandes. Tragaycome sufrió inundaciones ytormentas de alimentos gigantes. El pueblo quedó hecho un desastre ytodo el mundo temía por sus vidas. Había que hacer algo... y rápido.El pequeño pueblo de Tragaycome era, más o menos, como cualquier otropueblo salvo porque el tiempo cambiaba tres veces al día: en eldesayuno, en la comida y en la cena. Allí nunca llovía lluvia, nuncanevaba nieve y el viento nunca soplaba así, sin más. Llovían cosascomo sopa y zumo de frutas, nevaba puré de patatas y, a veces, elviento traía grandes tormentas de hamburguesas. La vida en el puebloera deliciosa, hasta que empezó a empeorar el tiempo. La comida y lasporciones eran cada vez más grandes. Tragaycome sufrió inundaciones ytormentas de alimentos gigantes. El pueblo quedó hecho un desastre ytodo el mundo temía por sus vidas. Había que hacer algo... y rápido.